El Departamento de Computación inaugura una nueva sección de noticias dedicada a contar en qué andan sus graduados y graduadas, y explorar el abanico de posibilidades que brinda la Licenciatura en Ciencias de la Computación. A través de una selección de destacados testimonios, algunas de las personas egresadas relatan en qué proyectos están trabajando, qué les apasiona de su tarea y también qué actividades lograron desarrollar, que nunca imaginaban que podían haber encarado estudiando Computación.
Comúnmente se suele asociar el perfil de graduado/a en computación al de un programador o programadora. Sin embargo, resulta importante aclarar que computación no es sólo programar. Es mucho más que ello. Computación es la clave para ser protagonista de los cambios tecnológicos que están en marcha y de los múltiples desafíos que vendrán para gestionar estas transformaciones, teniendo en cuentas las infinitas posibilidades que otorga el dominio de las herramientas y lenguajes que se generan a partir de esta disciplina.
En la actualidad, los principales perfiles laborales van desde el liderazgo de proyectos de software y hardware, hasta el desarrollo de programas o sistemas, la infraestructura y la seguridad informática. Existen puestos recientes muy demandados tales como científico/a e ingeniero/a de datos, analista de business intelligence, experto/a en Blockchain y especialista en inteligencia artificial. También se puede trabajar en el sector público asociado a cargos de gestión informática, ciudadanía digital y ciberseguridad en el estado. Otro perfil posible es fundar su propia consultora o emprendimiento, o bien desempeñarse como investigador/a en el sistema nacional de investigación científica y tecnológica (de hecho actualmente el DC e ICC ofrecen un programa de becas para que estudiantes avanzados se acerquen al ámbito de la investigación).
La realidad marca que la demanda de profesionales supera a la cantidad de personas que se reciben anualmente. Para tener una precisión cuantitativa de la problemática, se estima que por año se reciben unos 3.500 profesionales en Computación en Argentina y -según datos de la Cámara de Empresas de Software y Servicios Informáticos- el déficit de profesionales se ubicó históricamente en 5.000 empleos, pero dicha cifra puede alcanzar los 15.000 si se contempla la actual demanda insatisfecha de posiciones IT en otros sectores de la economía.
En qué andan graduados y graduadas
Para conocer distintos perfiles de egresados, así como historias y trayectorias profesionales diversas, conversamos con cuatro personas graduadas de la carrera.
VICTORIA ELIZALDE
Licenciada en Ciencias de la Computación. Reside en Suecia donde es Ingeniera de Datos en Epidemic Sound y fue Desarrolladora en Spotify.
CARLOS “GREG” DIUK
Licenciado y Doctor en Ciencias de la Computación. Es científico de datos en el equipo multidisciplinario de Data Science de Meta, Estados Unidos.
GUIDO DE CASO
Licenciado y Doctor en Ciencias de la Computación. Actualmente es Principal Engineer en la empresa Dialpad.
BELÉN TICONA
Licenciada en Ciencias de la Computación. Es Ayudante de Primera con dedicación exclusiva en el DC, donde realiza tareas de docencia e investigación.
Cuando les preguntamos en qué andan nos contaron brevemente sobre su recorrido profesional y su trabajo actual:
VICTORIA ELIZALDE: “Desde los últimos años en la facultad hasta ahora estuve trabajando la mayor parte del tiempo como desarrolladora de software, es decir escribiendo código para distintas aplicaciones. Empecé escribiendo la parte de la aplicación que corre en los servidores (es decir, no en el celular). En el último tiempo me dediqué a Ingeniería de Datos, que significa desarrollar programas que analizan cómo los usuarios usan una aplicación. Esto se usa por ejemplo para ver si a la aplicación le está yendo bien, o si las funcionalidades nuevas que se agregaron les gustan a los usuarios”.
CARLOS “GREG” DIUK: “Desde hace unos años mi trabajo tomó un rumbo para lo que llamamos Ciencias Sociales Computacionales. Estos últimos 2-3 años vengo trabajando en el impacto que el mundo digital y las redes sociales tienen sobre la vida socio-emocional de las personas, con un foco en adolescentes. Me enfoco tanto en aspectos positivos del uso de redes (conexión con otros, expresión personal, inspiración, información) como potencialmente negativos (problemas para controlar el uso, bullying, imagen corporal). Mi trabajo arranca en la investigación básica sobre cuál es el impacto, pero el objetivo es informar cambios en el producto”.
GUIDO DE CASO: “En estos momentos estoy trabajando en una empresa de telecomunicaciones donde aplicamos mucho de inteligencia artificial (IA). Por ejemplo, utilizamos sistemas del estilo de Chat GPT para generar resúmenes de las reuniones o llamadas que tuviste y de esa manera poder tener un índice donde poder buscar de qué se habló o trató en tus reuniones anteriores. Uno de los principales desafíos es hacer que estos sistemas funcionen de manera confiable y escalable. Es decir, algo que a veces se ve muy bonito en una prueba de concepto pero no es tan fácil de hacer que funcione para cientos de miles de llamadas a lo largo de todo el día y a escala global”.
BELÉN TICONA: “Estoy investigando cómo crear tecnologías que permitan la preservación cultural e inserción social de comunidades hablantes de lenguas indígenas, como el guaraní, quechua, wichi, entre otras. En los últimos años se hicieron muy populares herramientas basadas en el procesamiento computacional del lenguaje para que las personas puedan interactuar más fácilmente con la tecnología, generando conversaciones de voz y texto, entre otras tantas posibilidades. Sin embargo, para poder crear estos grandes modelos de lenguaje, se necesitan muchísimos datos y un gran poder de cómputo. Esto solo es desarrollable por un puñado de las compañías de tecnología más grandes del mundo y para un idioma con tanto contenido generado como el inglés. Si para español ya es más complicado, para las lenguas indígenas es muchísimo más. En este sentido es un gran desafío técnico poder desarrollar tecnologías similares basadas en una representación computacional del lenguaje. Al no haber tanto contenido digital disponible, no se tienen datos disponibles y eso abre un área de investigación muy desafiante. Según la UNESCO, en esta década se van a perder más de 3.000 lenguas del mundo, lo cual implica una inmensa pérdida cultural. Este tipo de investigación busca poder no solo preservar parte de nuestro legado como país latinoamericano de nuestras lenguas, sino también posibilitar la inserción tecnológica y educativa de quienes hablan estas lenguas en la Argentina”.
El mayor desafío de su carrera laboral y el apoyo fundamental de la Computación
En este caso la pregunta fue concreta, ¿cuál considerás que fue, hasta ahora, el mayor desafío de tu carrera y cómo pudiste afrontarlo a partir de tu formación en Ciencias de la Computación?
VICTORIA ELIZALDE: Mi mayor desafío fueron los años en Arsat, que fue además mi primer trabajo una vez recibida. Yo había trabajado antes como desarrolladora de software, pero quería probar algo distinto. Participé del armado del Centro de Datos desde cero, y las tareas eran mucho más variadas. Me tocó ayudar en la evaluación y compra del hardware y software (servidores, soluciones de almacenamiento y backup, etc.) del centro de datos, pero también diseñar los distintos servicios que le íbamos a dar a nuestros clientes, como por ejemplo un servicio de almacenamiento de archivos (similar a Dropbox o Drive). Considero que la formación de la facultad es muy amplia y me permitió profundizar en la parte de la programación, pero también entender sobre hardware y sistemas operativos para mi trabajo en Arsat. También me dio las bases para mi trabajo en Ingeniería de Datos de los últimos años, que complementé con lectura de mi parte (en ese momento no existía la carrera de Ciencia de Datos).
CARLOS “GREG” DIUK: Las Ciencias de la Computación nos habilitan a trabajar en los campos más variados. Yo he pasado por la Inteligencia Artificial, las neurociencias cognitivas, la ciencia de datos, y ahora las ciencias sociales. Cada uno de estos cambios de disciplina en la que aplico mi formación ha sido un desafío grande de actualización y adquisición de un nuevo lenguaje. Creo que la formación básica que adquirí en lo que podemos llamar «pensamiento computacional» es la clave para poder ir cambiando y seguir teniendo algo para decir y agregar en las nuevas disciplinas.
GUIDO DE CASO: “Mi mayor desafío fue en el año 2012 cuando terminé mi doctorado y me volqué 100% a la industria del software. Venía un tanto oxidado con respecto a las últimas tendencias en cómo se estaba trabajando. Fue de gran ayuda todo lo que aprendí en el doctorado, en particular la capacidad de transmitir ideas técnicamente complejas a una audiencia variada. Algo que en la academia hacíamos habitualmente y que en la industria es clave para poder plantear una estrategia de cómo resolver un problema o proponer una idea nueva dentro de un proyecto”.
BELÉN TICONA: “Uno de los principales desafíos que he tenido hasta ahora es poder tener la confianza de que cuento con el nivel técnico para trabajar en tecnología de punta. En mi caso, recientemente me gradué de la carrera y mis experiencias laborales han sido principalmente en empresas nacionales de consultoría y pasantías en empresas de Estados Unidos. Por ejemplo, tuve la posibilidad de trabajar en WebXT, equipo encargado de generar la mejor experiencia web en una compañía como Microsoft. La carrera Ciencias de la Computación y los múltiples espacios de docencia y divulgación del Departamento de Computación, me posibilitaron cultivar no solo mis habilidades técnicas de desarrollo sino también de comunicación y trabajo en equipo. Entender que los desafíos técnicos más complejos del mundo requieren un verdadero trabajo en equipo es algo que a lo largo de la carrera he podido aprender en cada proyecto y espacio de participación que tuve como estudiante de la carrera”.
La tarea o proyecto inédito que nunca imaginaron encarar en sus carreras
Ante la consulta sobre qué proyecto o trabajo encararon en su carrera, que inicialmente nunca imaginaron que iban a poder desarrollar con su formación previa, y cuál es la mayor gratificación de su trabajo, los graduados y las graduadas aportaron novedosas respuestas:
VICTORIA ELIZALDE: “Nunca imaginé que iba a desarrollar una aplicación con millones de usuarios de prácticamente todos los países del mundo. Esta es una de las cosas que más me gusta, saber que soy parte de construir algo que realmente se usa. Me gusta también verlo a pequeña escala, por ejemplo algunas veces que desarrollé herramientas que le hacían el trabajo más fácil a alguien, me daba satisfacción ver esas personas contentas. Otra cosa que no imaginé es que me iba a terminar mudando a Suecia por trabajo, algo que no busqué y sucedió por casualidad” (ver nota en La Nación).
CARLOS “GREG” DIUK: “Seguro no imaginé, por ejemplo cuando estudiaba en Exactas en los ’90, que iba a estar hoy tan metido en la vida emocional y psicológica de adolescentes. O que iba a estar escaneando cerebros en un resonador magnético. Haber podido meter los pies en el agua de tantas disciplinas y preguntas que siempre me interesaron ha sido la mayor gratificación. Y la formación que tenemos es la que permitió que otros me abran todas esas puertas” (ver nota en el Boletín Conectados).
GUIDO DE CASO: “Lo más lindo es trabajar con usuarios y/o clientes que te van guiando a lo que necesitan. Poder desarrollar herramientas o características del producto y ver cómo le cambian la experiencia de uso a miles o cientos de miles de personas es muy gratificante”.
BELÉN TICONA: “Desde chica tuve mucho interés por las ciencias sociales y dudaba mucho si esta carrera era para alguien como yo, incluso sabiendo que quería estudiar en Exactas. Poder investigar en cómo se representan grupos y movimientos sociales en las redes sociales, cómo poder enseñar mejor la Computación en la Escuela, cómo modelar lenguas indígenas mediante modelos de aprendizaje automático, son trabajos e interés que descubrí gracias a esta carrera. No solo me llevé la sorpresa que podía trabajar en estos temas, sino también descubrir que hay comunidad científica internacional interesada también. Por ejemplo, el área de aprendizaje automático para lenguas con pocos datos y lenguas indígenas, creció muchísimo estos años en universidades muy prestigiosas de todo el mundo. Creo que la mayor gratificación es saber que puedo aportar algo nuevo a equipos interdisciplinarios, sabiendo que si el día de mañana hay un nuevo tema que me apasiona, seguro desde la Computación puedo aportar. Para quienes tenemos muchos intereses, la versatilidad de la carrera es algo clave”.
Después de todo, seguir vinculados con la Facu
La vinculación de graduados y graduadas con la Facultad sigue siendo esencial, ya que mantienen esa conexión luego de haber terminado sus estudios y continúan aportando conocimientos y experiencias a la comunidad académica. A veces desde la simple conexión con los claustros y otras veces en roles de jerarquía como profesores invitados, docentes o divulgadores.
Dos de los graduados, como Victoria Elizalde y Carlos Diuk residen en el exterior y sin embargo continúan activamente conectados.
“Sigo en contacto con algunos graduados y profesores de la facultad, aunque un poco menos por la distancia (antes tenía egresados de la facultad como compañeros en el trabajo por ejemplo)”, comenta Elizalde.
“Sigo vinculado lo más que puedo. Como mínimo me mantengo informado de lo que pasa a través de los distintos canales que tiene la Facultad. En estos años dirigí algunas tesis, fui jurado de varias más, fui profesor invitado, dicté un curso en la ECI y estuve en algunos Concursos Docentes”, describe Diuk.
Por su parte, Guido de Caso y Belén Ticona residen en el país y comentan cómo es su vinculación actual con la facultad.
“En el año 2022 fui profesor en la ECI donde brindé un curso de APIs. En este 2024 que arranca la idea es volver a brindar un curso de APIs en el marco del programa de profes visitantes”, precisa de Caso.
“Actualmente me desempeño como Ayudante de Primera Exclusiva en el Departamento de Computación, haciendo docencia e investigación. Además, colaboro en la coordinación del programa de tutorías para ingresantes a Exactas de la Dirección de Orientación Vocacional (DOV)”, puntualiza Ticona.
A modo de cierre
Como se ha desarrollado a través de los testimonios, las oportunidades que brinda la carrera de Computación para desarrollar un recorrido profesional son muy amplias y estimulantes. En próximas entregas de “En qué andan”, incorporaremos nuevos testimonios y experiencias para seguir abriendo el abanico de posibilidades laborales en Ciencias de la Computación.